¿Quién eras antes de olvidarte de vos misma?

Un ejercicio para reconectar con tu esencia
Hay una pregunta que puede abrir portales internos más poderosos que cualquier respuesta:


¿Quién eras antes de olvidarte de vos misma?
Antes de los mandatos, del deber ser, de los miedos heredados.
Antes de la rutina, de los roles impuestos, de la mirada externa.
Antes de haberte callado tantas veces para encajar.


Hay una versión tuya que no desapareció.
Solo se durmió esperando que la recuerdes.
El olvido no fue tu culpa.
Muchas veces nos desconectamos de lo que somos para sobrevivir emocionalmente. Para ser amadas, aceptadas, o simplemente para no desentonar.


Nos moldeamos para encajar en una familia, en un trabajo, en una pareja, en una sociedad que nunca supo sostener todo lo que éramos.
Y así, lentamente, nos fuimos perdiendo.


Pero lo hermoso es que la memoria del alma no se borra, solo se tapa. Y podés volver a vos.
Volver a tu esencia. Volver a lo que te hace vibrar, a lo que te enciende, a lo que te da sentido.
Y ese camino de regreso, comienza con recordar.


EJERCICIO: Recorda a la mujer que fuiste antes del olvido.
Tomate 15 minutos para vos. Busca un espacio tranquilo, un cuaderno, una vela si queres.


Este no es un simple ejercicio de escritura. Es un acto de reencuentro con tu alma.


1. Cerra los ojos y visualízate a vos misma a los 7 u 8 años.
¿Cómo eras? ¿Qué te gustaba hacer? ¿Cómo jugabas? ¿Qué soñabas ser?
Sentí esa libertad, esa autenticidad sin filtros.


2. Escribí una carta desde hoy hacia esa niña.
Contale lo que pasó. Contale por qué te alejaste de ella. Decile que la extrañas. Que queres volver. Que ahora sí, podés elegirla.


3. Ahora responde en el cuaderno estas preguntas:


⦁ ¿Qué cosas amaba hacer de chica que hoy ya no hago?
⦁ ¿Qué aspectos de mi personalidad dejé de mostrar?
⦁ ¿Cuáles eran mis sueños antes de que la vida me hiciera dudar de ellos?
⦁ ¿Qué partes mías estoy lista para volver a habitar?


4. Elegí una acción simple para honrar a esa versión tuya esta semana.
Bailar sola en tu casa. Escribir. Pintar. Decir que no. Pedir ayuda.
Lo que sea que la haga sentir que estás volviendo.


Volver a vos no es un lujo, es un acto de sanación.
No se trata de nostalgia. Se trata de recuperar tu poder, ese que dejaste disperso en pedacitos por adaptarte.
Este viaje de volver a vos es el primer paso para crear la vida que queres.

La mujer que fuiste y la mujer que sos no están separadas.
Están unidas por tu decisión de recordarte, sostenerte y permitirte SER.
Si sentís que necesitas guía en este proceso…
Acompaño mujeres como vos a reconectar con su esencia, sanar desde lo profundo y volver a sentirse vivas, completas y en su poder.