
¿Se puede vivir de tus dones espirituales?
Te cuento mi proceso, mi caos y mi verdad.
Durante años me hice esta pregunta con una mezcla de deseo, vergüenza y miedo:
¿Puedo realmente vivir de esto que amo? ¿Puedo vivir de mis dones, de lo invisible, de lo que no entra en un currículum?
Soy Cintia.
Counselor, bruja moderna, terapeuta integral, alquimista emocional…
Pero, sobre todo, una mujer que tuvo que atravesar mucho para volver a sí misma.
Mi vida no fue una línea recta (y la tuya tampoco tiene que serlo).
Fui mamá a los 18.
Crecí de golpe.
Tuve que crecer rápido, sostener, hacerme fuerte, sobrevivir como podía.
Viví caos, carencias, muchas veces sintiéndome sola, perdida y rota.
Y cada vez que soñaba con una vida distinta, una voz me decía:
“Eso no es para vos. Eso es para otras. Para las que tienen tiempo, recursos, suerte.”
Pero mi alma insistía.
Yo sabía que tenía algo más para dar, para sanar, para crear
Que mis heridas no eran castigo, sino semillas de propósito.
¿Cómo se empieza a vivir de los dones?
No hay fórmula. Pero sí hay claves.
1. Primero tuve que volver a mí
Antes de poder guiar, tuve que recordar quién era.
Antes de poder dar, tuve que aprender a servirme a mí misma.
Hice terapia, lloré, me frustré, canalicé, sané, aprendí, me caí y me volví a levantar.
Volver a mi poder fue el primer paso.
2. Acepté mi don como un trabajo real
Dejé de esconder que usaba el tarot, reiki, velas, energía…
Dejé de minimizar mi capacidad de canalizar.
Dejé de pensar que “tenía que tener otro título más” para valer.
Entendí que mi sensibilidad, mi percepción, mi intuición son herramientas profesionales.
3. Unifiqué mis partes y creé mi enfoque
No elegí entre lo psicológico y lo energético, entre la escucha y la canalización.
Los uní. Los integré. Me animé a hacer las cosas a mi manera.
Y eso me trajo clientas reales, comprometidas, que no buscaban respuestas mágicas, sino procesos verdaderos.
4. Aprendí a sostenerme (emocional y económicamente)
No fue inmediato. No fue fácil.
Pero cada paso que di desde el alma, trajo frutos.
Y cada vez que dudé, volví a mi propósito:
Estoy acá para servir desde lo que soy. Y eso vale.
La gran trampa: pensar que no es posible para vos
Muchas mujeres como vos (como yo hace unos años) sienten ese llamado interno…
Pero lo frenan porque piensan que:
⦁ “No tengo comunidad”
⦁ “No sé vender”
⦁ “No soy constante”
⦁ “Nadie va a pagar por esto”
Y yo te digo con el corazón:
Sí se puede. Pero primero tenes que creértelo vos.
No como una fantasía, sino como una construcción. Un paso a paso. Una decisión diaria.
¿Es fácil vivir de tus dones? A veces No.
¿Vale la pena? Absolutamente.
No se trata de dejar todo de golpe.
Se trata de empezar a construir un puente entre tu mundo interno y el externo.
De dejar de esconder tu magia.
De dejar de esperar permiso.
Y sí: podés vivir de tus dones si estás dispuesta a sostener tu proceso, a pulir tu energía, a habitarte sin miedo.
Si estás en ese punto de inflexión…
Si sentís el llamado, pero no sabes por dónde empezar,
si queres emprender con tu luz, tu voz y tu poder,
te invito a acompañarte con herramientas reales, profundas y alineadas con tu alma.
Podés agendar una sesión o escribirme para empezar a ordenar tu camino.
Porque sí, se puede vivir de tus dones.
Y lo sabes, porque en el fondo… viniste para eso.